RANCIERE. LA DEMOCRACIA, LA PROPIEDAD, LA IGUALDAD
Jacques Rancière, filósofo y profesor de la Universidad Paris VIII ha atacado desde su obra “El odio a la democracia”, la ideología antidemocrática de las “ elites republicanas”. No se explica el origen del concepto de democracia como el poder de la gente “sin cualificar”, en oposición al poder de los propietarios, y evoca la definición de la democracia como practica subversiva “ en sí misma”, incluso cuando está desconectada de un proyecto de sociedad socialista.
Rancière define a la democracia como un “gobierno” anárquico, que no se funda sobre otra cosa más que sobre la ausencia de título alguno para gobernar. La democracia es eminentemente subversiva porque pone en cuestión todos los principios y fundamentos de autoridad ( arkhe). El saber, la riqueza, el nacimiento,….
Las llamadas sociedades “democráticas” en las que vivimos no son en realidad democracias. Son, para Jacques Rancière, oligarquías, es decir, el gobierno de unos pocos. No hay gobiernos democráticos cuando el gobierno sea el ejercicio del poder de una minoría sobre una mayoría”. La noción de oligarquía permite a Rancière oponerse a concepciones que se reducen o a democracias liberales o regímenes totalitarios.
Las democracias liberales se relacionan de una manera ambigua con la noción de democracia. Por un lado, reivindica la noción de democracia, pero se trata de una utilización ideológica de este concepto en la medida en que ningún o de esos regímenes es en realidad verdaderamente democrático. Por otra parte, la concepción de democracia se critica. Lo que se critica es el contenido anárquico de la democracia, es decir, el hecho de que nadie tiene más capacidad que otro en materia de política. En consecuencia, el odio a la democracia, en realidad es odio a la igualdad.
Si parece que vivimos en democracia, cuando en realidad la democracia es anárquica, ¿ qué es realmente la democracia? La democracia no puede encarnarse un ninguna forma jurídica concreta. El régimen representativo, las elecciones por sufragio universal no constituyen la democracia en sí. Esto se hace evidente cuando constatamos que en nuestras sociedades esos instrumentos jurídicos pueden ser utilizados en beneficio de los regímenes mas oligárquicos.
Hay algunas reglas que permitirían hacer más democrático el sistema representativo. Mandatos electorales breves, no acumulables, rtavcio0n de los mismos, monopolio de os representantes del pueblo sobre la elaboración de las normas, prohibiciones a los mandatarios de constituirse en representantes del pueblo, revocación,…Pero hacer el régimen más democrático no significa que se convierta en democracia.
La democracia, para Rancière, no es nunca algo realizado. No puede ser una forma de sociedad. La democracia es una reivindicación subversiva de igualdad.
Pregunta: En un artículo en Le Monde el 22 de marzo de 2012 Vd., ha criticado virulentamente el sistema representativo y electoral actual. Según Vd. como debería ser la transformación democrática de las instituciones y cuáles serían sus condiciones?
Jacques Rancière: Es perfectamente posible imaginar una transformación del sistema representativo que den lugar a un anarquismo democrático tal como yo lo concibo. Esto implica una restricción del papel del presidente y la restitución a la asamblea del poder legislativo. Implica sobre todo que esa asamblea deje de estar monopolizada por notables, que la rotación esté asegurada realmente por la no acumulación y la renovación de los mandatos, que las asambleas que sirven como oficinas de colocación del personal numerario de los partidos de gobierno dejen su lugar a formas reales de control popular. También implica que en las institucioo0nes republicanas tenga una parte importante el sorteo que es la forma de selección auténticamente democrática. Aunque videntemente unas medidas institucionales nunca son suficientes para que ellas solas creen la vida democrática.
Pregunta: Su critica de la ciencia como fundamento del poder político parece ir a contracorriente de toda una tradición marxista y coincidir con la crítica de la autoridad científica que hizo Bakunin.
Jacques Rancière.: Sin duda. Hace mucho tiempo que no releeo a Bakunin. Pero no hay que hacer de esa relación con la ciencia el criterio distintivo entre la tradición marxista y la tradición anarquista. La confianza en la ciencia como principio de trasformación social es compartida masivamente por las doctrinas sociales y socialistas del siglo XIX, incluido el anarquismo. Lo que separa el anarquismo del marxismo es menos la desconfianza hacia la ciencia cuanto la crítica de la autoridad, es decir, la crítica de una concepción que encarna el poder de la ciencia en un cuerpo de sabios que disponen de una legitima autoridad para guiar el movimiento (…)
Pregunta. ¿Qué lugar ocupa la crítica de la propiedad privada en su teoría de la democracia?
Jacques Rancière: La democracia nació históricamente como un límite que se impone al poder la propiedad privada. Este es el significado que le dieron los grandes reformadores que instituyeron la democracia en la antigua Grecia. La reforma de Clistenes, quien en el siglo VI aC, construyó una comunidad política sobre la base de una distribución territorial abstracta que quebraba el poder local de los ricos propietarios. La reforma de Solón ya prohibió la esclavitud por deudas.
El principio democrático es la afirmación del poder de todos y todas, un poder de seres humanos “sin cualidades” que contraria el juego normal de la distribución de poderes entre las potencias sociales que poseen un título para gobernar. El nacimiento, la riqueza, la ciencia, etc. La democracia, por tanto, esta ligada a una limitación de poder de la propiedad . Está claro que la democracia vive allí donde es capaz de ejercer esa limitación. Dicho esto, también es evidente que la idea democrática no contiene en si misma el pri9ncioppiop y los medios de una supresión de la propiedad. Es por esto por lo que ha sido acusada de ser r una simple coartada formal, se la ha contrapuesto a la “democracia real”, identificada con la posesión d e los medios de producción. Ya sabemos cuál ha sido el destino de esa democracia “real” practicada en los Estados soviéticos. Incluso para aquellos que nunca han identificado control colectivo y dictadura de un “partido de clase”, el contra-ejemplo de la dictadura soviética hace más difícil de concebir, en el contexto de una economía global, la forma que podría adoptar un control colectivo0 d elo9s medios de producción e intercambio.
Esto nos deja relativamente desarmados en los momentos en que el poder económico alcanza las formas más radicales de su poder ilimitado y cuando se identifica con el del Estado y de las grandes organizaciones interestatales y que constituye, mas que nunca, un poder anti-político, un aparato destinado a confiscar y destruir la capacidad colectiva. La crítica de la propiedad privada pasa en primer lugar hoy por la lucha contra este poder ilimitado y esa fusión.
Pregunta. Considera Vd. que la esencia de la política es el “ disenso” por oposición al “consenso” Sin embargo, ,¿ No se planeta entre los oprimidos, el tema de las alianzas, y por lo tanto, del consenso?
Jacques Rancière:La crítica del consenso no es una crítica del acuerdo o de la alianza en general. Está claro que toda acción colectiva entraña un principio de acuerdo y que este principio de acuerdo supone por sí mismo negociación y compromiso. Pero el consensus, en su verdadero sentido, quiere decir algo más que la preocupación por ponerse de acuerdo. Supone que los datos empíricos, las situaciones dadas, y su significado están de por si fuera de discusión (…). En ultima instancia, se afirma que el mundo esta dividido entre aquellos y aquellas que tiene la capacidad de determinar lo posible y aquellos y aquellas que no tiene otra posibilidad que la de consentir. La política, por su parte, comienza con el desacuerdo. Comienza con la afirmación de que los datos objetivos son ya producto de una interpretación, de una opción, que traduce, no la situación del mundo sino la situación de dominio. La política consiste en construir mundos conflictivos en el mundo supuestamente dado, otra configuración de lo posible que afirma la capacidad de cualquiera contra la supuesta capacidad de los expertos en dominar. Es la base del disenso asi entendida lo que hace posible a los oprimidos ponerse de acuerdo en la lucha.
Pregunta. ¿ Cómo concibe Vd. la transformación social?
Jacques Rancière: Me encuentro, como otros muchos, confrontado a una situación en la que ninguna fuerza colectiva me aparece portadora de un poder de lucha a la medida de la dominación capitalista, y sin visión creíble de un porvenir no capitalista. La degeneración y la derrota del sovietismo han afectado de manera duradera la esperanza y la posibilidad de otra organización del mundo. La ida de que el capitalismo lleva en su seno su propia destrucción ya no parece mantenerse aunque autores como Toni Negri intenten darle nuevo contenido (….).la lucha contra el imperio domínante del capital sigue siendo, no obstante, una priuo0ridad absoluta (…). Se trata, ante la falta de una visión estratégica de un más allá del capitalismo, de oponerse. Descubrimos asi el corazón de la paradoja política como yo la entiendo. La oposición entre política y policía no es un asunto de fines sino de principios. El poder igualitario de los seres humanos viviendo juntos no está guiado por ninguna necesidad histórica o social que le haya de dar un finalidad estratégica a realizar y que garantizaría su porvenir (…). El socialismo, en el sentido amplio del término, vino a proponerle un objetivo, a inscribirle en un proceso histórico permitiéndole identificarse con la constitución de un determinado mundo nuevo. Vino para proponer como horizonte de la acción política democratica su propia superación, su propia supresión. Ahora que ha desaparecido ese horizonte, la democracia se encuentra, en cierta manera, ante sí misma, ante su propia capacidad de ensanchar su espacio e inventar su porvenir.
Fuente.
https://histoireetsociete.wordpress.com/2012/10/24/jacques-ranciere-la-democratie-est-nee-dune-limitation-du-pouvoir-de-la-propriete/
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